La respuesta es fácil, un rotundo no.
Absolutamente todos los creativos e ideadores han aprendido y se han inspirado de alguien más creando algo nuevo, más no original ¿Lo habías pensado antes? En este blog te enseñaré a ser un creativo en potencia y cómo librarte de la carga de buscar la originalidad o de intentar hacer las cosas desde cero, asumiendo de una vez por todas tus influencias en lugar de huir de ellas.
Antes de empezar, me gustaría aclarar que el robo de idea de este blog es gracias al libro “Roba como un artista” de Austin Kleon.
Comencemos con lo obvio
Una forma muy sencilla de entender el concepto de que nada es original es la genética: Mamá + Papá = Tú, una suma de sus genes y los de todos tus ancestros.
Pero, afortunadamente no solo estamos constituidos por genes, también nos formamos como personas cuando adquirimos gustos musicales, aspiraciones, elegimos maestros, trabajo, forma de vida, etc… Nos convertimos en seres únicos e irrepetibles, una obra de arte; sin embargo a pesar de eso siempre seguiremos teniendo un poco de nuestros padres, abuelos, profesores, artistas favoritos, etc, ¿Si entiendes el punto?
¿Ves algo que valga la pena robar? Tómalo
Aquí comienza el arte de construirte como creativo.
Ya aceptamos la idea de que nada es original en el sentido de la palabra de que las ideas nacen de la nada. Ahora vas a aprender a robar como un artista. Toma TODO lo que te guste, frases de la conversación de un extraño, un texto de un libro, estrofas de una canción, todo lo que te inspire y te haga sentir identificado ¿Necesitas inspiración? Revisa tu baúl de robos e inspírate, no te limites pero ¡Ojo! La creatividad no es solo aquello que usamos, es también aquello que decidimos NO usar. Roba solo las cosas que le hablen a tu alma y así tu trabajo será auténtico.
¡No esperes a saber quien eres para tomar acción!
Limitas tu crecimiento si esperas a ser un producto terminado.
La mejor forma de expandirse es poniéndote en circunstancias que te obliguen a actuar, a tomar decisiones, a pensar que te gusta, que no, que te molesta, que te inspira, qué circunstancia hace volar tu imaginación. En el camino mientras averiguas quién eres ¡Finge ser quien quieres ser, hasta lograrlo! Vístete para el trabajo de tus sueños, no para el que tienes actualmente, actúa, habla, exprésate, transita los lugares que tu yo ideal visitará. Imita a tus héroes pero no solo copies su forma de ser y te quedes con eso ¡No! Entiende el porqué hacen las cosas, de donde nace su esencia, cuál es su inspiración y así lograrás emular a tu héroe, es decir, hacer lo mismo que él pero mejor.
Transfórmate, mezcla, estudia e inspírate de muchas personas. Inspirarse de una persona es plagio, inspirarse de muchos es “originalidad”.
¿Quiéres ser un verdadero creativo? Escribe el libro que quieres leer
Atrévete a dibujar el arte que sueñas ver en el museo, escribe la película que quieres disfrutar, haz las cosas de la forma en que tú las harías, no los demás y no por la fama o el reconocimiento, si no por el hecho de atreverse a plasmar lo que de verdad quieres ver. De ahí nacen las películas de ficción que tanto disfrutamos, porque para crear arte no nos ponemos a pensar si realmente eso puede suceder en la vida real o no, nos dejamos fluir con miles de emociones que inundan nuestro cuerpo, creando una experiencia digna de recordar. Esto significa, por si no lo has entendido, que nada de lo que nace de lo que nos han enseñado en el colegio, de las reglas, parámetros y formas en las que DEBERÍAMOS actuar, es realmente atractivo.
Escribe sobre lo que sabes crea historias en donde realmente nada interesante pasa.
¡Utiliza tus manos! Por favor no te conviertas en la persona esclava a la computadora
Es cierto que el computador agiliza, brinda rapidez y lo que quieras pero nadie es creativo moviendo un mouse y presionando un teclado, la imaginación nace de mover el cuerpo. Si empezamos a jugar con post its, a amasar una plastilina, a escribir en la pared, prendemos un foco en nuestro cerebro y empezamos a pensar.
El trabajo que solo surge de la mente, no es tan bueno.
Practica la procrastinación productiva
¿Puedes creer que evitar el trabajo es la mejor forma de concentrarte? Date el tiempo de perderte, de aburrirte, de lavar los platos, de sacar tu cerebro a pasear y por favor ¡Ten un hobby! No desperdicies nada de ti mismo y atrévete a SER, desenvuélvete en tus pasiones y permítete crear nuevas conexiones neuronales, esto definitivamente creará ideas mucho más creativas que las del sedentario frente al computador.
Y así sin más, si o si te conviertes en un creativo en potencia cuando te atreves a hacer lo que antes no habías hecho.